12 enero 2014

Amanecer (o trabajo para 18 jardineros)*


Gotas de rocío
secuencia sincopada
flores de brazos cruzados
nubes resbalándose en los tallos
voz irreconocible a la distancia, puede ser un tren o
un pájaro que no tiene intenciones de despertar y está soñando
con el corazón de un alfiler en donde habita el universo entero a punto de caer.

Austeras las espinas delicado el polvo desconcertante la forma de la luna
y al borde de la monotonía la sombra de la enredadera que sube
sin rumbo, deslizando su marasmo equilibrio azul gotera
de luz que se infiltra en el escondite de las hojas
ritmo de arena en el parpadeo del pétalo
tiemblo y me doy cuenta
que estoy mirando.

Gira gira gira
todo alrededor se mueve
en círculos las flores se abren
la luz ha llegado o la oscuridad se agazapa
en los intersticios de la memoria de un jardín que explota
rebanadas de verde crocantes trozos de tierra caracoles en el aire
todos los insectos se ponen a gritar al mismo tiempo bajo el silencio de mi piel.

Caigo me levanto caigo otra vez debe ser la irreconocible voz del quinto verso
re-leo el ruido del poema y encuentro un desorden que me hipnotiza
estoy dispuesto a dejar todo tirado las ramas la luna el pan
los caracoles mis ojos las hojas mi piel las gotas el tren
las plumas de los pájaros que se fueron
¿el pan? ¿que hace el pan aquí?


©Adrián
* aprés Steve Reich “Music for 18 Musicians”, “Mallet Quartet” y “Sextet”

4 comentarios:

  1. Anónimo1/12/2014

    Curioso: esta mañana desperté con uno de los proverbios/cantares de Machado, el del marinero que se metió a jardinero.
    Mlk

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  2. Te atreverás ahora a descifrar lo que sentí si te cuento que llegando a los últimos versos me brotó piel de gallina en las piernas y fue subiendo hasta que me di cuenta de que algo mágico estaba sucediendo?

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  3. Amanece... que no es poco.

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